Mis experiencias como Cónsul Honorario de Costa Rica en Estambul
En esta, la primera de una serie de ensayos cortos que cubrirá cada año en una posición que he tenido el honor y placer de tener desde el año 2008, me gustaría comenzar en con cómo me convertí en Cónsul Honorario y cómo he trabajado en ello. Se puede ver en los videos que adjuntos, como empezamos con toda una celebración.
He estado queriendo escribir sobre esto durante bastante tiempo, pero los meses y años han pasado volando. Cuando Costa Rica abrió la Embajada en Turquía el mes pasado me dije a mí mismo, ha llegado el momento. Me gustaría compartir con ustedes una serie de ensayos sobre mis actividades desde el año 2008 como Cónsul Honorario de Costa Rica, cada ensayo abarcará un año. Empezare por el principio, con la creación del puesto y mi primer año representándolo.
No tenía idea de que presentación de mi padre al diplomático costarricense Ekhart Peters y sus colegas en año 2007 me lanzaría en una aventura que sigue hasta nuestros días. En esos días Ekhart me presentó a la que fuese el Asesor Principal del Presidente doña Ana María Herrera. Durante una de las charlas que tuve con Ana Maria ella me invitó a Costa Rica, viajé por primera vez en agosto de ese mismo año. En la tarde del día en que llegué me encontré a mí mismo en un evento organizado en la residencia presidencial. Oscar Arias, el entonces presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, me dijo esa noche que su país necesitaba un representante en Turquía y me preguntó si estaría interesado. Le respondí que sería un gran honor. El proceso se inició de inmediato. En septiembre presenté una notificación oficial al entonces presidente de Turquía, Abdullah Gül, donde informaba que había sido nombrado Cónsul Honorario de Costa Rica. La oficina de la presidencia concedió su aprobación en enero de 2008. Al recibir la acreditación nos pusimos manos a la obra. Con el fin de llevar a buen puerto esta asignación había tres cosas que tendría que manejar a la perfección desde el principio.
En primer lugar, que iba a necesitar un asistente de confianza que fuese de habla española de nacimiento, además de ser trabajador y orientado a resultados. Empecé enseguida las entrevistas, pero ninguno de los candidatos alcanzaba mi criterio. Es decir, hasta que una venezolana llamada Ninoska llego a través de una referencia. En menos de 15 minutos de entrevista con Ninoska, cuyo marido es un turco, me dije a mí mismo, sí, esto es el que yo andaba buscando. Ella aceptó los términos de la posición y empezó a trabajar en julio.
A continuación, a pesar de que mi trabajo se llevaría a cabo en inglés, tener fluidez en español me permitiría un mayor conocimiento. Me inscribí en un curso de idiomas en el Instituto Cervantes y reanudé el aprendizaje del español.
Por último, el Consulado Honorario de Costa Rica tendría que ser ubicado en algún lugar. Me devane los sesos sobre la posible ubicación de este consulado cuando decidí ubicarlo en la entrada a nuestras oficinas, que en ese momento estaban siendo utilizadas como cocina, baño y área de almacenamiento. Inmediatamente llame a los arquitectos y tuve esa zona convertida en un espacio adecuado para el consulado. No mucho tiempo después, el Consulado Honorario de Costa Rica estaba en marcha.
En agosto, poco después de que Ninoska comenzara su labor en el Consulado, nos fuimos de visita oficial a Costa Rica, diez días durante los cuales nos encontraríamos con varios funcionarios costarricenses y completaríamos el programa de entrenamiento que habían preparado para nosotros. Una vez que habíamos terminado con éxito el programa estábamos totalmente preparados para ofrecer nuestros servicios.
A continuación, el día 15 de septiembre de 2008, sería la celebración anual del Día de la Independencia de Costa Rica. Habría que organizar un evento impresionante donde anunciaríamos nuestra llegada a la escena. Junto con la Embajadora Noemí Baruch, quien era la Embajadora concurrente acreditada en Turquía en ese momento, realizamos un evento espléndido. Además de la recepción con cócteles típicos y cena, sorprendimos a todos transformando el salón de baile en un bosque tropical, donde teníamos previsto escenificar una obra de teatro de Café Britt. El espectáculo era sobre la historia del café, cómo llegó a Costa Rica y fue representada por un grupo teatral enviado por el Sr. Steve Aronson, fundador de la compañía Café Britt, un productor de café gourmet costarricense.
Además, había un video especialmente preparado para esa noche promoviendo Costa Rica y en él se describían como habían sido las relaciones entre Costa Rica y Turquía.
Con el fin de aumentar la accesibilidad de nuestros servicios consulares y para promover mejor a Costa Rica, hemos diseñado y puesto en marcha la página web oficial del Consulado Honorario de Costa Rica en:
www.costaricaconsulistanbul.com.
Tuvimos un gran comienzo en el año 2008, en todos los sentidos, no solamente en términos de nuestras actividades consulares rutinarias. Todos los círculos diplomáticos de Turquía habían oído hablar de nosotros y se habían establecido todos los contactos necesarios. En la próxima entrega de esta serie, voy a escribir sobre nuestras actividades en 2009, un año que resultó ser un punto de inflexión para el Consulado Honorario.
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